El día después de la inauguración de IGNACIO Alperin: A VISUAL JAZZ AFFAIR en la galería Watson, NAPLES, el jueves 28 de abril, tuve la gran oportunidad de ser testigo de un maravilloso concierto de Tchaikovsky para violín y piano en la Iglesia Presbiteriana Moorings, en el que una orquesta compuesta por la Orquesta de Cámara de Bielorrusia, más miembros de la Orquesta del Festival, y bajo el batón alternativamente de los maestros Evgeny Bushkov (director de la Orquesta de Cámara de Bielorrusia), y el Maestro William Noll, director artístico del Festival, nos proporcionó una noche dedicada al gran Tchaivkovsky.
Fueron solistas dos jóvenes virtuosos rusos. Nadir Khashimov en el violín, y Philipp Kopachevsky en piano.
Nadir Khashimov es un graduado del Instituto Curtis de Música y ha estudiado con Pamela Frank y Shmuel Ashkenasi, así como Vakhon Khashimov, Sergiu Schwartsz, y Patricio Cobos. Ha actuado como solista con orquestas en todo el mundo, incluyendo la Orquesta de Filadelfia, la Orquesta Nacional de Rusia, la Filarmónica de Moscú, la Sinfónica de Londres, la Orquesta República Checa, y muchas otras.
Mientras tanto, Philipp Kopachevsky es solista de la Filarmónica Estatal Académica de Moscú y es ganador de varios premios en concursos internacionales. Se presenta regularmente en conciertos en Gran Bretaña, Alemania, EE.UU., Holanda, Francia, Italia, Grecia, Polonia y España, así como en toda Rusia.
Yo no había tenido la oportunidad de ver ni escuchar a ninguno de los dos anteriormente, así que fue para mi una enorme y bienvenida sorpresa cuando fui transportado emocionalmente por estos dos jóvenes y brillantes músicos.
La experiencia me involucró emocionalmente aún más cuando descubrí que al día siguiente (sábado 30 de abril) estarían ambos realizando un concierto en la galería Watson, y utilizando como marco mis propias pinturas, en una tarde dedicada a una selección de obras de Prokofiev y Beethoven.
Ver estos dos virtuosos en acción delante de mis obras fue una experiencia muy personal para mí. Mi arte es de naturaleza y espíritu musical por lo que la presunción era positiva. Pero ver mis trabajos acompañados de un entorno melódico tan diferente, y sin embargo sentir que escoltaban a la melodía de una manera tan natural, fue como sentirme en una verdadera y poderosa montaña rusa de sentimientos y emociones.
También estoy muy agradecido al Director Musical del Festival, el Maestro William Noll, por su amable reconocimiento público durante la presentación y por sus valiosas palabras sobre mi obra, así como las generosas observaciones formuladas por Philipp después del concierto. A ellos, como a todos los que me ha realizado comentarios tan amables durante el cóctel posterior al concierto, quiero darles las gracias desde lo más profundo de mi corazón.
Logre grabar algunos fragmentos de este emocionante concierto con el fin de poder así, al menos, compartir con ustedes algunos momentos de este maravilloso día.
Until next time!
Ignacio
©2016 by Ignacio Alperin Bruvera