Categories
2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation sustainability

LA DIFÍCIL TAREA DE MANTENER UN PLANETA EN ÓRBITA HABITABLE

Avi Loeb, presidente hasta el 2020 del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard, director fundador de la Iniciativa Agujero Negro de Harvard y director del Instituto de Teoría y Computación del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, describe el proceso de la vida de esta manera, en un artículo de Scientific American:

Aproximadamente 15 millones de años después de lo que la ciencia llama el Big Bang, todo el universo se había enfriado hasta el punto en que la radiación electromagnética que sobró de su comienzo caliente estaba aproximadamente a temperatura ambiente. En un artículo de 2013, etiqueté esta fase como la ” época habitable del universo temprano “. Si hubiéramos vivido en ese momento, no habríamos necesitado el sol para mantenernos calientes; ese fondo de radiación cósmica hubiera sido suficiente.

De acuerdo a Loeb, en ese momento -al menos en la teoría- casi todo lo que existía estaba en el rango de lo “habitable”, por lo que no había necesidad que un planeta potencialmente apto para la superviviencia dependiera de una estrella que le diera calor. Sabemos hoy que la vida necesita de ciertos requisitos para existir. Requiere que todo lo que está se comporte de una manera muy específica para que milagrosamente surja. No es algo tan simple de encontrar, ni de sostener. Es un balance tenue de fuerzas opuestas la que permite que se den estas condiciones tan inusuales y es, por eso, que es también inusitado que casi todo se comporte conjuntamente y de manera viable.

No alt text provided for this image

Asumimos, por nuestra propia experiencia, que se necesita de agua para que haya vida. Pero la verdad es que no lo sabemos. Hay otros gases como el metano, por ejemplo, que pueden convertirse en líquido y no sabemos si otros tipos de seres, diferentes a los que conocemos hoy, pueden existir con otros composiciones y condiciones. De hecho hay un trabajo que se está realizando en la Universidad de Harvard desde hace un tiempo, en el cual se está intentando crear vidas “sintéticas” que puedan sobrevivir -o formarse- en otros líquidos para dilucidar, entre otras cosas, si hay “otras” condiciones que permitan la subsistencia de seres vivos de cualquier tipo.

Acaezcan o no otros contextos posibles, las circunstancias que producen la vida requieren por lo general de un cierto nivel de irradiación que genere una temperatura que, a su vez, permita esa maravilla. Puede ser desde la radiación ambiente que existía hace millones de años y mencionada por Loeb, a lo que es el caso de la Tierra,  donde la distancia justa del Sol y las condiciones naturales de nuestro planeta, con su centro en movimiento, inclinación, atmósfera y su magnetósfera, crean escenarios posibles para nuestra presencia y la de toda la naturaleza.

Pero nada es para siempre. Por lo que, de continuar como hasta ahora la expansión del universo, podemos aventurar que las perspectivas de que sobrevivan seres en un cosmos que paulatinamente se enfría, no son buenas y de hecho, muchos científicos vaticinan una extinción masiva (nuestra y de todo ser viviente) en algo así como 10 mil millones de años. Claramente, mientras tanto, estar en esa sutil zona fértil donde la maravilla de la vida es una realidad, es lo que permite que estemos aquí.

No alt text provided for this image

De la misma manera que ocurre a nivel universal, esa fina zona de perfección se repite dentro de nuestra existencia. Es el “sweet spot” -el punto dulce- desde donde una pelota sale despedida de una raqueta, un palo de golf, un bate o un botín de manera magistral. Es la nota justa que hace vibrar en una sinfonía o en una canción, en la cuerda de un violín, en una flauta, un piano o en el canto de una voz celestialmente afinada. Es también esa frase en el momento indicado que genera una sonrisa, o un momento de reflexión. Es lo más difícil de generar, pero también, de lo más gratificante que experimentamos en nuestra existencia.

Ahora bien, cuando debemos hacer que una organización, una empresa o nuestra propia carrera profesional subsistan y crezcan, es un hecho que también y como ocurre con las condiciones de vida interplanetarias, sea necesario que podamos colocarnos en una órbita que nos sostenga y nos permita existir y crecer.

Así como ocurre con nuestro planeta, que está en una trayectoria definida alrededor de un astro -en este caso el Sol-, que nos da luz, calor, permite la generación de fotosíntesis, la absorción de nutrientes y todas las condiciones para la vida tal cual la conocemos, un proyecto o una organización requiere también estar en una órbita -circular, elíptica, o al menos repetitiva- alrededor de aquello que le permita ser un éxito, o a lo sumo, convertirse en algo sustentable.

Esa órbita debe estar ubicada dentro de un rango razonable de distancia y ser iterable, para que permita, al frecuentar ese trayecto alrededor del cliente o de su objetivo, generar suficiente interacción positiva. Si nuestro cliente se mantiene en un cierto lugar y nuestra órbita se mantiene en el tiempo, los resultados deberían perdurar. Y si nuestra fuente de “calor” cambia, automáticamente deberemos encontrar – con todas las dificultades que implican correr a un “planeta” de un surco ya marcado- la nueva órbita exacta que nos permita recuperar esa potencialidad de crecimiento y subsistencia.

Lo que algunos especialistas denominan la zona de confort de una organización, que es ese momento en el que pareciera que no necesitáramos hacer mucho más que repetir lo ya realizado, es realmente el resbaladizo filo del surco orbital de nuestro negocio y no el cómodo centro. Es ese lugar en el que asumimos que lo que hace nuestra organización por naturaleza, es suficiente y no requiere modificaciones. Es ese momento el más peligroso siempre, ya que es el instante en el que tendemos a relajarnos y a pensar que si no tocamos nada, los resultados se darán solos.

No alt text provided for this image

No es una tontería pensar así. Después de todo, nos costó mucho llegar a la órbita correcta y se supone que con solo dar vueltas al foco de calor que es nuestro objetivo, todo se producirá por mera decantación. Y puede ser que por un tiempo sea así. Pero la vida nos ha enseñado que todo cambia, que nada se mantiene en el mismo lugar, que la creación misma es un sinfín de momentos creativos y de innovaciones constantes. Entonces, las posibilidades de que nuestra situación se mantenga impoluta y sustentable por su mera existencia, es soñar con un universo que no es en el que vivimos.

Cualquier tenista podrá señalar que pegarle a la pelota en el ya mencionado sweet spot, ese lugar exacto de la raqueta en el que pareciera ser que el golpe requiere menos fuerza, pero la pelota sale disparada con mayor velocidad, dirección y efecto, no se trata de repetir una acción automatizada y requiere de menor esfuerzo en el lugar y momento justos, pero para llegar ahí dependemos de una cadena de eventos concatenados y esfuerzos muy logrados.

Requiere de práctica, de estado físico, de experiencia, de observación, de mover piernas, rodillas y brazos de una cierta manera, de tomar en cuenta que -en cada ocasión-, la pelota no va a rebotar exactamente igual, ni va a tener la misma velocidad, ni la misma capacidad de rebote, ni el mismo peso -ya que todo eso no depende únicamente de la pegada del contrincante, sino de variables externas como la marca y tiempo de uso de la pelota, la raqueta, el viento, la superficie, la temperatura, la humedad e inclusive, de factores internos como nuestro estado mental-.

En términos de nuestra empresa, la órbita perfecta es, en estos casos, una órbita artificial que debemos generar nosotros con enormes esfuerzos y que requiere de trabajo constante para conservarla. Llegar a mantenernos en la zona que nos habilite un crecimiento constante y de largo plazo, requiere de esfuerzos y habilidades que, muchas veces, no son los mismos que nos permitieron llegar a donde estamos.

Mientras que para colocar a nuestro “planeta” en este envidiable lugar tuvimos que mantener el foco en nuestros objetivos y evitar distracciones, para mantenernos allí es muy probable que sea necesario utilizar otros músculos o adquirir nuevas destrezas que nos permitan desafiar continuamente todo lo que presumimos conocer. Cada industria tiene su propio ritmo de cambio, más allá que el cambio sea continuo. La tecnología apura las decisiones, por lo que era cierto ayer, puede que hoy no lo sea. Y lo que nos llevó a donde estamos, podría convertirse, de repente, en el enfoque menos rentable.

No alt text provided for this image

Es una realidad que las ganancias o pérdidas son siempre temporales. Pero lo que hagamos a través de nuevos enfoques o cambios de paradigmas, pueden hacer que pasemos de uno al otro rápidamente. Para mantener el upside es importante entonces mantenernos cerca de nuestros clientes, nuestro Sol, asegurándonos de estar siempre en esa zona donde la supervivencia es posible y si no, corrigiendo tan pronto como sea practicable nuestra órbita a través de nuevos enfoques y procesos.

Para hacer eso es necesario tener en claro que nuestra visión original no siempre es la que nos mantiene a flote. Tesla es producto de la visión de Elon Musk, pero para mantenerse y crecer, la empresa hoy es mucho más que eso, a tal punto que sus proyectos espaciales opacan lo que Tesla logró en el mundo automotriz.

IBM era LA empresa en 1984. Mi padre siempre recuerda ese momento de avanzada en el que decidió comprar, cuando vivía en Australia, su primera PC IBM con RAM de 164 kb (si, leyeron bien, kb) y pantalla color más impresora por cerca de 9 mil dólares de 1984 (algo equivalente a gastar 30 mil hoy). La empresa parecía imbatible como la reina de las PCs. Hasta que llegaron los clones y para 1993, IBM registraba la mayor pérdida de la historia en 8 mil millones de dólares.

La decisión no era fácil. Big Blue, como la llamaban a la “Blue chip” de todas las “Blue chip”, había salido de órbita y se alejaba rápidamente de toda posibilidad de supervivencia. La determinación de la empresa para frenar la inminente destrucción de su valor, parecía todavía peor que el problema. IBM anunciaba que abandonaba su core business, lo que la había llevado a ser LA empresa tecnológica por excelencia, después de décadas de ser líderes en mainframes con tarjetas (punch cards) y de inundar el mercado con sus PCs, chips, impresoras y hardware.

El nuevo foco que, esperaban, enviaría a IBM hacia una órbita más saludable, requería que pasara a ser una empresa de servicios, proveyendo a empresas con sus conocimientos de IT y desarrollo de software. Para 2010, la empresa que parecía haber caído en desgracia unos años antes, había adquirido cerca de 200 compañías especializadas en information technology, invertido en servidores para empresas y así se convertiría ya, en 2013, en la proveedora de soluciones de servidores -lo que hoy llamamos servicios en la nube- más grande del mundo.  

Ese cambio de órbita no evitó que dejara de ser esa corporación que parecía imbatible, pero de una empresa al borde del más absoluto colapso, encontró su lugar cerca de su sol y sigue siendo hoy una de las tecnológicas más grandes del mundo, facturando en 2020, más de 76 mil millones de dólares.

No alt text provided for this image

Es entonces, mis queridos cosmonautas, una combinación de factores las que nos mantienen vivos. Objetivos claros para llegar a esa trayectoria de supervivencia, una gestión abierta a cambiar y a hacer las cosas de manera diferente, tener capacidad de reacción y apertura a las ideas de otros, estar en modo de aprendizaje constante y no creer nunca que “ya sabemos todo acerca de cómo funciona esto”.

También es necesario tener la habilidad y la humildad de saber cuándo pedir ayuda para comprender mejor lo que ocurre y, así, acelerar los cambios que puedan asegurar nuestro porvenir. Ya sabemos del viejo dicho que dice que si hacemos siempre lo mismo, obtendremos siempre los mismos resultados. Eso es así tanto en el error como en el acierto. Pero ahora agreguemos que si las condiciones externas cambian, seguir haciendo lo que nos hizo bien, puede terminar en ciertas circunstancias, haciéndonos mucho daño.

Finalmente, mantengamos una actitud positiva. No todo el mundo logra crear y poner en su trayectoria a un planeta de manera exitosa! Entonces, nunca perdamos esa actitud ganadora que nos permitió llegar hasta aquí. Eso y el esfuerzo de todos los que estuvieron involucrados, sentaron las bases de una nueva realidad.

Lo que sea que hicimos, tuvo como objetivo buscarle una solución atractiva a uno o más problemas y son nuestros clientes -aquellos a quienes les interesó nuestra respuesta-, los que nos permitieron crecer. Alejarnos de ellos (la Estrella que nos habilita a existir) enfriará nuestra probabilidades de éxito y paulatinamente eliminará las condiciones que generaron una nueva realidad.

Conservemos entonces el foco, el optimismo, la capacidad de reaccionar a tiempo y de demostrar que, manteniendo la atención en lo que ocurre a nuestro alrededor y sosteniendo la órbita correcta, hay muchos tipos de vidas posibles en el maravilloso universo que nos tocó transitar. 

IA

#Alperin #Gestión #Consultoría #Liderazgo

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Business and Art, ha realizado los talleres de creatividad e innovación y dictado la materia Entrepreneurship, en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), es Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Business and Art, having also taught the creativity and innovation workshops and Entrepreneurship, in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), he is Professor of Creativity and Innovation (Undergraduate) at UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Advertisement
Categories
2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation Promoting your Art What is Art

GIVING FORMS TO MUSICAL COMPOSITIONS

 

 

 

 

 

 

 

 

CURATORIAL OPINION

Ignacio Alperin´s art takes viewers on an energetic journey through the joy and harmony of abstract movement.

Using brushes, water, spray cans, oil paint, emulsified inks, and charcoal he gives splendid forms and chapes to musical compositions, with all their complex rhythms, spatial dynamics and layering.

Jack O´Brien

Former curator and Gallery Director

Naples Art Association

Ignacio Alperin
#creatividad #innovación #innovación #alperin #arte

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Categories
2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation Promoting your Art What is Art

MAKING A MESS AND GETTING AN A+

I run into people, every now and again, that want to see my workshop, just to get the feeling of what goes through my mind while I paint.

I always tell them that it is a bit of a mess, and they are kind of surprised. Yet, disorder is helpful when trying to think and act creatively. The same way that creativity involves putting together ideas and concepts in a new fashion, the mere messiness of an artist’s lair helps in that process. One can fin connections that in an orderly room would never appear by themselves. Artists are mostly visual beings, so seeing two (or 10) things together that should have never been together, helps us more rapidly with the process of doing something new.

Obviously, this is not exclusive to me. Quite the contrary, it is more like the rule than the exception in the art world. Just to solidify this concept, I made this little video which shows many great and well known artists (from the present and the past) creating in their own personal little messes.. I hope you enjoy it.

Ignacio Alperin
#creatividad #innovación #innovación #alperin #arte

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Categories
2011 2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation sustainability

Y ahora….la “Fatiga de Zoom”​

(Artículo publicado originalmente en Pulse by Linkedin)

A mi me pasa como a Uds. Estamos cansados y estresados. El encierro, la incertidumbre, las malas noticias por una enfermedad que no terminamos de poner bajo control y encima de todo eso, la necesidad/imposición de trabajar y estudiar desde casa. Esto último se traduce, en muchos casos, en agendas repletas de reuniones por zoom. Esto se extiende hasta para las reuniones familiares, o los “encuentros” con amigos. Zoom es hoy parte de nuestras vidas (algo para lo que no había sido diseñado) y pareciera ser que como sea, y no importa con qué programa lo hagamos – Zoom, Blue Jeans, Facebook, Duo, Webex, etc.- esto va a seguir siendo así, en mayor o menor medida, hacia el futuro.

Por un lado, es una bendición. Podemos trabajar o estudiar sin movernos de casa. Es productivo, porque no perdemos tiempo en viajes, tránsito, estacionamientos, esperas y atrasos (no sé si notaron, pero estamos todos mucho más puntuales desde que utilizamos estas plataformas). Podemos utilizar mejor nuestro tiempo definitivamente, incluyendo que vestirnos para una reunión implica “de la cintura para arriba”. Hoy no es inusual el look el saco y camisa, sobre shorts y zapatillas de correr. En el verano, informal sobre traje de baño es definitivamente el look. En otras palabras, mucho menos trabajo.

Pero no todo es positivo. Desde ya, una encuesta realizada en los EEUU hacia fines del pasado año reveló que la mayoría de la gente que trabajó de manera remota durante 2020 consideraba que, en lugar de trabajar menos, habían agregado al menos 6 horas más de trabajo semanal. Es esa relación entre sentirnos liberados, y darnos cuenta que aparecieron de la nada cadenas que antes no estaban allí.

Pero hay un tema más importante. Lo que se ha dado por denominar “Fatiga de Zoom”. Un año después, ya no nos parece tan divertido como al principio. Nos cuesta concentrarnos, a algunos les cuesta mantener, y por sobre todas las cosas, en general nos estresa de sobremanera. Esto es lo que considera el profesor de Stanford Jeremy Bailenson en un reciente trabajo (“Nonverbal overload: A theoretical argument for the causes of Zoon fatigue” publicado en Technology, Mind and Behaviour). Él agrega que no solamente cansa y estresa. Dice también que afecta nuestro cerebro generando reacciones inusuales entre las que se encuentra esta fatiga tecnológica.

De hecho cataloga algunas causas primordiales para esta reacción. La primera sorprende, pero cuando uno lo piensa mejor, tiene todo el sentido del mundo. Bailenson argumenta que entrar a una reunión por Zoom a las 9 de la mañana activa nuestro sentido de “pelear o volar -o escapar-” (fight or flight en inglés). Esta es una reacción muy normal que tiene todo ser humano ante situaciones de peligro.

Argumenta que si uno a la mañana llega al trabajo y se sube a un ascensor con mucha gente, lo que naturalmente hace es mirar hacia abajo o bien hacia arriba. De esa manera se evita la vista directa y cercana del resto de los ocupantes, algo que de otra manera el cerebro interpretaría como intuitivamente confrontativa. De no ser así, esas miradas fijas dispararían nuestro instinto de “pelear o volar”.

Sin embargo, en una reunión de Zoom, digamos que en el mismo horario, esas miradas son imposibles de evitar. Generalmente estamos frente a 1, 5, o 20 personas que aparentan mirarnos fijamente en la cuadrícula. Y por ende, nos estresamos y muchas veces, o nos ponemos más agresivos que de costumbre, o estamos desesperados por irnos. En otros casos, y para evitar la confrontación, no prestamos atención (que sería el equivalente a mirar hacia abajo). El resultado esencial, es mayor estrés.

Otro tema que nos agota, es el hecho de que se torna muy difícil entender las señales no verbales en una pantalla. En un ámbito social, intuitivamente y por aprendizaje, tenemos una caja de herramientas a disposición que nos permiten “leer” el lugar y las pequeñas diferencias expresivas no verbales que se producen en nuestros interlocutores. En una pantalla se puede hacer mucho de esto, pero requiere de un aprendizaje (la policía de todo el mundo tiene analistas que miran continuamente videos en busca de pequeñas señales no verbales que delaten situaciones). Pero es un hecho que la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a hacerlo, ni contamos con esa formación.

El resultado son enojos injustificados, malas interpretaciones de situaciones inocentes, o inocentes interpretaciones de situaciones poco agradables y por sobre todas las cosas, la necesidad de poner un mayor esfuerzo para armar la “foto” final luego de una reunión. A eso podemos agregar que en el ámbito de la interpretación verbal, hay inconvenientes también. El estudio concluye que la gente habla 15% más fuerte (mayor volumen) cuando interactúa por video que cuando lo hace en persona. Esto es una mezcla de estrés y de temor a no ser escuchado del otro lado. Pero una reunión nos cansa también porque encima de todo lo anterior, a veces sentimos que nos gritaron por 40 minutos.

Otro tema que estresa, aunque el narciso que tenemos adentro sea fuerte, es el hecho de vernos en cámara constantemente. Bailenson dice “imaginen tener una persona que nos sigue todo el día con un espejo”… es algo así. Pero en este caso es algo que se produce como un proceso natural relacionado a cada reunión. Yo tengo la tendencia a apagar la cámara luego de presentarme y prenderla sólo cuando quiero tomar la palabra. Siento que estresa menos a mi interlocutor. Pero es un hecho que en muchos casos, eso no es posible (o bien por respeto, o por reglas como en el colegio o la universidad).

No alt text provided for this image

Está perfectamente comprobado, que dado el estrés que nos generan todas esas caras mirándonos desde la pantalla, otra tendencia para escaparle a la intimidación de todas esas miradas es desviar la vista hacia el cuadradito en el que está nuestra propia imagen y analizar cómo nos vemos. Desde si la sonrisa se ve real, a si esta mañana nos levantamos con más ojeras, o si las arrugas se ven, o si cada vez se nota más que tenemos menos pelo. Cualquiera fuera la razón, el resultado es evitar un estrés para reemplazarlo por otro.

Esta constante autoevaluación de nuestra apariencia -a lo que se le agrega que nos hablamos a nosotros mismos al no mirar a los demás- , es una importante fuente de ansiedad. Está también demostrado por estudios empíricos, que ese estrés es mayor en mujeres que en hombres. De hecho se ha comprobado durante 2020 que ese autoanálisis constante de nuestra imagen es muy contraproducente, particularmente en mujeres con tendencia a la depresión, ya que les prepara el camino para que ésta se haga presente.

Finalmente, pese a que asociamos la posibilidad de hacer reuniones virtuales con la libertad de estar en casa, cómodos y así “deshacernos” de esa reunión mensual lo más rápido posible, en la práctica, este modo de trabajar nos termina generando la sensación de sentirnos atrapados. En una reunión normal, nos movemos, caminamos, nos levantamos y nos sentamos. Físicamente cambiamos el ángulo desde donde presentamos conceptos e ideas. En una reunión virtual, debemos mantenernos dentro de los límites de la cámara y por ende, de la pantalla.

Yo siempre hablo en mis charlas de creatividad, sobre la importancia de caminar, movernos, o como se dice comúnmente, “despejarnos” para poder sacar nuevas ideas. Estas reuniones nos obligan a estar sentados por horas en posiciones muy limitadas por la tecnología. Como mucho movemos las manos o la cabeza. El resultado es frustrante, cansador, y muy poco apto para generar nuevas ideas. Como dice el estudio, este tipo de reuniones están seteadas para no permitirnos pensar por fuera de los límites tradicionales (ni de la pantalla).

Lamentablemente, vamos a seguir así, o en reuniones híbridas, de acá hacia el futuro. Pero es probable que la tecnología empiece a permitirnos algunas libertades (de movimiento para empezar), que hagan más llevadero este proceso. Mientras tanto, e profesor Bailenson tiene algunas recomendaciones en su trabajo también.

Por un lado, recomienda que tratemos de usar una cámara externa en lugar de la cámara de nuestro teléfono o notebook. La idea es vernos desde diferentes ángulos en lugar de simplemente de frente. Ya que estamos, también recomienda colapsar nuestra propia imagen en pantalla, para no vernos y no estar analizándonos minuciosamente todo el tiempo.

No alt text provided for this image

Otra opción que yo les propongo, es hacer lo opuesto a lo que normalmente hacemos. Por lo general, nos hemos acostumbrado a tener un lugar “Zoom”. O sea, un lugar fijo donde presentamos todas nuestras reuniones virtuales. Yo he encontrado que si cambio continuamente el lugar físico en el que me encuentro, cada dos reuniones por ejemplo, enfrento esas reuniones con otra frescura, y nuestros interlocutores también nos ven en una luz diferente, en otro ámbito, desde otro ángulo y con diferente sonido ambiente. Eso renueva lo que se ha vuelto tedioso.

Finalmente el estudio habla de algo tan simple como mezclar el tipo de reuniones. En otras palabras, hacer algunas por teléfono o WhatsApp, y otras por Zoom (o lo que usemos). Las reuniones telefónicas nos permiten caminar y relajarnos. Por lo tanto son mucho más efectivas desde el punto de vista creativo y son más efectivas para cierto tipo de discusiones.

De todos modos, lo importante aquí es comprender que está en nosotros mejorar y superar esta fatiga. Una sensación que, como habrán visto, tiene poco que ver con temas relacionados a las características personales de cada uno. Pero sí tiene raíces en las limitaciones a las que nos hemos visto empujados por las restricciones de una tecnología novedosa para el público en general, y de los requerimientos de una época inusual que ha forzado muchos cambios en nuestras vidas. Cambios que, tal vez, han llegado para quedarse.

I.A.

PD: Y ya que estamos, siempre recuerden esto. En persona, por teléfono, WhatsApp, Zoom o lo que usen para comunicarse…

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Categories
2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation Promoting your Art What is Art

SOBRE SUPERHÉROES

El artista es, en su esencia, un superhéroe.

Puede ver más allá de lo que otros ven. Siente más profundamente que la gran mayoría. Percibe la realidad desde lugares que otros no sabían que existían. Mueve corazones y espíritus con el simple roce de un pincel o el golpe de un cincel. Crea escenarios irreales que permiten ver la realidad tal cual es.

Su extrema energía proviene de un tipo de fisión entre la creatividad y la innovación que no es común. De hecho surge en directa relación con la libertad que siente para ir más allá de lo que otros se atreven a explorar.

Su kriptonita es dejar de soñar (Steven Spielberg dijo “Yo no sueño a la noche. Yo sueño todo el día. Yo sueño para vivir”).

Por eso, si ya eres un superhéroe, o sientes que lo puedes ser, no dejes de soñar, no dejes de explorar, no dejes de empujar los límites. Es allí donde se nutren tus poderes y en donde te conviertes, cada día, en ese ser único y especial.

Los dejo con una excelente charla TED sobre la naturaleza del artista.

Ignacio Alperin
#creatividad #innovación #innovación #alperin #arte

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Categories
2011 2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Innovation sustainability

GOING BANANAS

The technology world was surprised by the news this week that the United States Patent and Trademark Office recently received a bizarre request from Sony Interactive Entertainment Inc. to patent a system in which a banana, amongst other ordinary household objects and food products,  could become PlayStation controllers.

Apparently, and according to the patent, the system comprises of an input unit which can obtain images from non-luminous passive objects which are held by a user, and which once recognized and scanned, can be used as a video game controller.

We are obviously not only talking about bananas. Sony uses one to illustrate the system (see illustration above from Sony´s patent documentation) but other foodstuff could be used, such as oranges or apples for example, held in each hand. The patent anticipates that almost any inanimate object capable of being held in your hand, should work.

The technology, just like some bananas, is still a bit green. But if it should come to fruition, we could be talking about a bunch of options (sorry, I could not help it!) to play games and about the ultimate recyclable game peripheral. In fact, it should make it a lot easier to tell your kids “Ok, you can play for 30 minutes but only if, when you finish, you eat your banana!”.

What do you think?

Until next time.

Ignacio

IA

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin

Categories
2016 art works 2016 exhibtions Creativity Creativity / Creatividad EN ESPAÑOL Exhibitions jazz Promoting your Art REGALAR ARTE sinestesia Videos Visual Jazz What is Art

SINESTESIA APLICADA A MI ARTE: DREAM A LITTLE DREAM (ALPERIN, 2016)

Siempre me he sentido conmovido e inspirado por la música, y ha sido esa sensibilidad la que me ha empujado a generar muchas de las combinaciones de formas y colores que hacen a mi arte. 

Con el tiempo supe que una parte de eso era el resultado de mi sinestesia. Un regalo maravilloso que me ha permitido traducir la música en una forma de arte visual e incorporarla de alguna manera a mi trabajo.

El jazz siempre ha sido una gran parte de mi vida y, como tal, ha sido una de las principales fuentes de inspiración.

Así nació mi serie Visual Jazz de pinturas expresionistas abstractas inspiradas puramente en la música. Es un arte que busca traducir el poder de la música en una forma de arte diferente.

Los invito entonces a intentar ver mis obras a través de mis propios ojos y sensibilidades.

Alperin

Espero que de alguna manera, estos artículos y videos les permitan a Uds. descubrir también que el arte es mucho más que “una cosa”, y que de hecho es una combinación de conocimientos, intuiciones, actividades neurológicas, y sensibilidades humanas puede ser transmitido de diferentes maneras, más allá de la imagen en este caso.

Espero que disfruten de esta serie de videos.

En esta ocasión dedicado a “Dream a Little Dream”, obra de 2016. Inspirada por la versión del mismo tema en la voz de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.

Hasta la próxima!

IA

PhotoFunia TV interference Regular 2014-08-04 01 55 05

©2021 by Ignacio Alperin Bruvera

 

Categories
2020 2021 Creativity Creativity / Creatividad Design EN ESPAÑOL Exhibitions Innovation jazz previous works by the same artist Promoting your Art REGALAR ARTE sustainability Uncategorized Videos Visual Jazz What is Art

SE LLAMAN TODOS IGUAL, DEBEN SER TODOS LO MISMO

Estas líneas tienen un dejo de mea culpa. Soy una persona que desde hace años investiga los procesos creativos, y de hecho, enseño y hablo sobre la creatividad y la innovación. Uno, inocentemente influenciado por el hecho de estar hablando de estos temas, tal vez pierda noción de lo repetido que pueden ser estos términos, y lo mal utilizados que terminan siendo a medida que se expande su uso dentro de ciertos ámbitos.

Como reconocimiento de esta realidad, desde hace un tiempo incorporé a muchas de mis charlas la graciosa frase “ya me tienen podrido con el tema de la creatividad”. Ese exabrupto – más o menos fidedigno – fue expresado en medio de un aula de posgrado por un ingeniero exitoso a quien, minutos después, descubrimos que la empresa para la que trabajaba como Director de Producción le reclamaba cambiar y ser más “creativo”. Estas exigencias son tan amplias que muchas veces se pierde la noción de lo que nos quieren decir. Y es verdad que cuando todo se expresa de la misma manera, es probable que pierda relativo valor e importancia su significado.

Volviendo al caso de mi alumno, con quien luego de su momentánea descarga emocional, terminamos todos riéndonos -y de hecho al finalizar el curso me pidió más libros para leer-, yo puedo entender parte de esa frustración. Es algo más común en posgrados que en otras circunstancias porque estamos hablando de personas relativamente exitosas que sienten que su éxito se lo deben a su esfuerzo, y a haber trabajado de una cierta manera. Pero de golpe, se encuentran con que un día alguien le empieza a exigir cambios para seguir creciendo. Y muchas veces, no entienden por qué. Después de todo, su método es el que los llevó a ese lugar de liderazgo que los elevó por encima de otros colegas suyos.

Explicando este sentimiento desde un lugar facil de entender, digamos que muchos profesionales se sienten como dentro de una de esas relaciones en la que dos personas se enamoran perdidamente y todo parece maravilloso, hasta que pasado un tiempo, uno de los dos empieza a pedirle al otro que sea diferente y que cambie. Y el otro de golpe piensa, “No entiendo nada. Se enamoró de mi porque yo era así, y yo no soy asá. Para eso se hubiese casado con otro”.

La palabra creatividad implica muchas cosas, lo mismo que ser creativo. Y es cierto que no todos nos sentimos capaces de explorar nuestros dones libremente. Pero hasta quienes sienten, por opción o educación, cierta invalidez creativa (son muchos, producto de teorías que han probado ser erróneas), descubrirán que trabajando estos temas de manera enfocada pueden lograr ser mucho más flexibles, ingeniosos, productivos, y – si me permiten- mucho más innovadores de lo que jamás hubiesen imaginado.

Una situación parecida es la que ocurre con el término innovación. De hecho, la vida es un proceso innovador por definición, y esas modificaciones constantes en nuestra manera de hacer y vivir las cosas, las hacemos todos conciente o inconscientemente. Pero está claro que ya existe una especie de cansancio en los ámbitos profesionales donde manejamos estas terminologías debido a su repetición constante. Y de hecho, en la actualidad ya contamos con mediciones sobre el stress -y la rebeldía – que generan dentro de las organizaciones exigir a sus miembros creatividad, y por sobre todo, que sean innovadores.

Para empezar, esto no debiera sorprendernos. Los seres humanos encontramos tranquilidad y confianza cuando hacemos algo que ya hemos hecho. El cerebro se resiste a lo distinto hasta que pueda verificar que es “seguro”, que es positivo, que implica una mejoría, o que produce un resultado placentero o beneficioso. Y eso se obtiene con la repetición. Lo nuevo es un camino desconocido, aunque sea parcialmente. Y por esa razón, es que nos cuesta tanto a todos cambiar, sin importar el rubro o el ámbito.

Pero también podemos decir, que el hecho de describir muchas cosas de la misma manera, no implica de por sí que todo sea lo mismo. Pueden existir aristas con similitudes entre ellas, pero en la práctica podemos evitar ese cansancio y esa resistencia al cambio, si paradójicamente, somos nosotros -quines tenemos muchas veces la responsabilidad de liderar estos procesos- los que cambiamos, evolucionamos, corregimos, repensamos los términos, y tratamos de salir de estos lugares comunes.

Hace un tiempo escribí un artículo publicado en Pulse/Linkedin y en mi Blog personal (www.theartofthinkingoutloud.com) sobre la importancia de las palabras y cómo éstas afectan nuestra realidad (https://www.linkedin.com/pulse/sobre-las-palabras-afectan-nuestra-realidad-ignacio-alper%C3%ADn-bruvera/ ). En ese pequeño artículo dedicado a la pandemia, hablaba del peso propio y del valor psicológico que tiene un nombre, y de hecho invitaba a sacarle la importancia (yo proponía allí sacarle la “corona”) al coronavirus, y llamarlo por el nombre científico que le dimos los seres humanos, que es Covid -19, como una manera de ponerlo bajo nuestro relativo control.

Aquí sucede algo parecido. Hay datos que corroboran que la palabra innovación genera hoy reluctancia, no solo la conocida que afecta a los consumidores a quienes les cuesta adaptarse a lo nuevo, sino también internamente afectando la eficiencia y la flexibilidad dentro de muchas organizaciones. Este efecto no se produce por lo que implica, sino porque es tan amplio que genera stress por el simple hecho de preguntarse “Y ahora con qué se vienen?”. Para peor, la intención puede ser tan revolucionaria como encontrar una nueva manera de hacer nuestro trabajo, hasta algo tan trivial como ordenar los “breaks” para poder utilizar mejor nuestro tiempo (Ver “Forced” adoption of innovations in organizations: Consequences and implications – ScienceDirect).

Otra de las principales razones por la que la palabra innovación ha ido generando oposición y temor organizacional, es que innovar implica transformar. Y como mencioné anteriormente, cambiar es algo que nos cuesta a todos. Pero cambiar dentro de una empresa por ejemplo, a diferencia de elegir si dejo de comprar helado de chocolate como siempre y me juego a probar el de Malbec, implica tomar un riesgo mucho mayor porque es un riesgo que puede afectar a otros. Por ende, el tomarlo es jugarse a quedar en ridículo delante de otros si la apuesta sale mal. Y eso es algo que le cuesta tanto a una gran corporación, como a un gobierno o a un club de futbol, y ni hablar lo que complica a un individuo a quien una decisión mal tomada puede costarle la carrera, o al menos la posibilidad de crecer dentro de una empresa a mayor velocidad.

Hay cifras de diferentes fuentes que corroboran esto, pero digamos que un promedio aproximado de los estudios realizados sobre el tema, hablan de una limitada voluntad de los empleados de empresas a tomar riesgos. Entre un 75% a un 80% de las personas que trabajan dentro de estructuras corporativas en empresas del primer mundo – que están entre las más innovadoras del planeta- le escapan a los riesgos, y por ende, podemos asumir que a las propuestas innovadoras. Y en empresas más conservadoras, esas cifras pueden llegar a casi el 90% del personal.

Esto no es nuevo. Un “running joke” (un chiste que se repetía a menudo) en la clásica comedia británica de los ´80 Yes, Minister (luego Yes, Prime Minister) pasaba por el personaje de Sir Humphrey Appelby (el secretario administrativo cuyo rol principal era operar para que nada cambiara), sugiriéndole al Ministro (PM luego) James Hacker, que la decisión novedosa que estaba por tomar era “valiente” (corageous). Eso desataba siempre un desopilante intercambio, mientras Hacker entraba en pánico, y como resultado se desdecía de su corajuda decisión para tranquilidad del representante de la burocracia estatal.

De allí que se me ocurrió que tal vez, y como sugiriera con el Covid-19, una manera de suavizar esta resistencia podría pasar por mejorar nuestras descripciones y asociarlas a temas más positivos, que presagien ganancia en lugar de riesgo. Desde ya no hablo simplemente de semántica. Hablo de tomarnos el trabajo de describir acertadamente lo que necesitamos hacer, o lo que buscamos que suceda, y enmarcarlo correctamente.

Esto implica más trabajo, porque deberemos hablar en términos que no utilicen la “innovación” como simple muletilla, y explicar lo que buscamos dentro de un lenguaje claro, pero específico de la industria y que se acomode a un contexto de progreso natural, y por ende, beneficioso.

A primera vista parece que solo aplicamos un barniz, pero en la práctica, referirnos a estos temas con justeza y hablar del cambio, y de la innovación, dentro de un contexto más conocido por nuestro público -y más compartido por nuestra industria u otras industrias (preferentemente exitosas)-, es clave a la hora de vencer resistencias.

Podemos, por ejemplo, hablar de conceptos relacionados a adaptarnos a nuevas exigencias de un mercado, a ser más estratégicos, a pensar por fuera de los modelos tradicionales con el fin de generar crecimiento, premiar la propuesta de ideas nuevas, y proponer que queremos seguir creciendo, mejorando, y avanzando. Un lenguaje más descriptivo dejará en claro lo que buscamos con esas modificaciones, que en general será prosperar, y alejará temores al reto de soñar con algo nuevo.

Mientras que cuando solo hablamos de innovación como expresión general y envolvente, estamos sobre utilizando una terminología válida, pero en esas condiciones, mayormente desprendida de valor, que deja muchos espacios sin cubrir. Eso implica sendas oscuras y desconocidas que pueden llevar consigo algún peligro para quienes reciben el mensaje, y por lo tanto, van generar un intuitivo rechazo en muchos.

La innovación tiene su lugar, así como una función primordial, en un mundo que fluye constantemente. Desde ya que nunca dejaremos de hablar de ella, ni de buscarla de diferentes maneras. Pero si lo que queremos es progresar y vencer resistencias, debemos reinventarnos (otra manera de hablar de innovación) de manera constante.

Cuanto más fácilmente logremos incorporar procesos creativos que nos permitan fluir naturalmente hacia modelos más eficientes de nuestro negocio -y que involucren a quienes trabajan con nosotros-, mejores serán nuestras perspectivas de un futuro mejor. Para lograrlo, esos métodos deberán entonces estar mejor enfocados, deberán ser más inclusivos, y estar definitivamente ligados -y comprendidos en general- como conceptos y propuestas coadyuvantes del bienestar general, y de todos los involucrados en ambos lados del mostrador.

IA

Ignacio Alperin nació en Argentina, creció en Australia y vivió temporariamente en varios países alrededor del mundo. Posee una experiencia internacional extensa, y diversa, obtenida en una carrera profesional alejada de lo lineal. Hoy en día es Profesor de Entrepreneurship en los MBAs de la Universidad Católica Argentina (UCA), Profesor de Creatividad e Innovación (Grado) en UCA Internacional, es un Emprendedor serial, consultor, orador en eventos nacionales e internacionales, y artista plástico.

Ignacio Alperin was born in Argentina, grew up in Australia and lived temporarily in several countries around the world. He has extensive and diverse international experience, obtained in a professional career far from the linear. Nowadays he is Professor of Entrepreneurship in the MBAs of the Argentine Catholic University (UCA), Professor of Creativity and Innovation (Degree) in UCA International, a serial Entrepreneur, consultant, speaker in national and international events, and an artist.

© 2021 Ignacio Alperin