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Stay in May 2016 (Art Naples World Festival 2016).
After an inspired performance by Philipp Kopachevsky & Milana Strezeva in Piano, playing exhilarating Brahms four-hand duets and select Dvorak dances coupled with the epic Fantasy in F minor by Schubert in the intimate seting of the NAA´s Watson Gallery, and surrounded by works by Ignacio Alperin´s Visual Jazz Affair art exhibition, something happened.
People who had come to attend the concert and who were set to go, suddenly stayed, perhaps inspired by the setting and the wonderful piano, and then this happened…. (these are just about 5 minutes of this impromptu performance but well worth it)
Después de una actuación inspirada de Philipp Kopachevsky y Milana Strezeva en Piano , tocando estimulantes Brahms duetos de cuatro manos y selecciones de Dvorak junto con la fantasía épica en fa menor de Schubert en el entorno íntimo de la Watson Gallery de la NAA , y rodeados por las obras de Ignacio Alperin y su exposición “A visual Jazz affair”, algo sucedió.
Parte del público que había asistido al concierto y que se preparaba para retirarse de la sala, de repente y tal vez inspirados por el entorno y el maravilloso piano, decidieron que sucediera esto….(estos son solo 5 minutos de imágenes de esta improvisada performance)
The day after the grand opening of IGNACIO ALPERIN: A VISUAL JAZZ AFFAIR at the Watson Gallery, Naples on Thursday, April 28th, I had the great opportunity of witnessing a wonderful Tchaikovsky Violin & Piano Concerto at the Moorings Presbyterian Church, in which the orchestra comprised of the Byelorussian Chamber Orchestra plus members of the Festival Orchestra, conducted alternatively by Maestro Evgeny Bushkov, conductor of the Byelorussia Chamber Orchestra, & Maestro William Noll, Artistic Director of the Festival, provided us with an evening of the great Tchaivkovsky.
Soloists were two young Russian virtuosos. Nadir Khashimov on violin, and Philipp Kopachevsky on piano.
Nadir Khashimov is a graduate of the Curtis Institute of Music and has studied under
Whatever Lola Wants (2016)
Pamela Frank and Shmuel Ashkenasi, as well as Vakhon Khashimov, Sergiu Schwartsz, and Patricio Cobos. He has appeared as soloist with orchestras throughout the world, including the Philadelphia Orchestra, the National Orchestra of Russia, the Moscow Philharmonic, the London Symphony, the Czech Republic Orchestra, and many others.
Meanwhile, Philipp Kopachevsky is a soloist of the Moscow State Academic Philharmonic and is a prize winner at international competitions. He regularly appears in recital in Great Britain, Germany, the USA, the Netherlands, France, Italy, Greece, Poland and Spain, as well as throughout Russia.
I had never seen either one before, so it was to my welcoming surprise when I was emotionally transported by these two brilliant young musicians.
The experience was even more emotionally involved when I found out that the next day (Saturday April 30th) they would be playing as a duet at the Watson Gallery, surrounded by my own paintings, a selection of works by Prokofiev and Beethoven.
Seeing these two virtuosos in action in front of my paintings was a very personal experience for me. My art is musical in nature and spirit, and seeing my works accompanied by such a different, yet perfectly accommodating, musical company was like a roller coaster ride of feelings and emotions.
I am also very grateful to Maestro William Noll for his kind and appreciative presentation of my work to the public, as well as the remarks made by Philipp after the concert. To them and to all the people who said very kind things about my work at the post-concert cocktail, I thank from the bottom of my heart.
I recorded bits and pieces of this wonderful concert so, at the very least, I could share with you the spirit of this delightful day. I hope you enjoy it as much as I did.
El día después de la inauguración de IGNACIO Alperin: A VISUAL JAZZ AFFAIR en la galería Watson, NAPLES, el jueves 28 de abril, tuve la gran oportunidad de ser testigo de un maravilloso concierto de Tchaikovsky para violín y piano en la Iglesia Presbiteriana Moorings, en el que una orquesta compuesta por la Orquesta de Cámara de Bielorrusia, más miembros de la Orquesta del Festival, y bajo el batón alternativamente de los maestros Evgeny Bushkov (director de la Orquesta de Cámara de Bielorrusia), y el Maestro William Noll, director artístico del Festival, nos proporcionó una noche dedicada al gran Tchaivkovsky.
Fueron solistas dos jóvenes virtuosos rusos. Nadir Khashimov en el violín, y Philipp Kopachevsky en piano.
Nadir Khashimov es un graduado del Instituto Curtis de Música y ha estudiado con Pamela Frank y Shmuel Ashkenasi, así como Vakhon Khashimov, Sergiu Schwartsz, y Patricio Cobos. Ha actuado como solista con orquestas en todo el mundo, incluyendo la Orquesta de Filadelfia, la Orquesta Nacional de Rusia, la Filarmónica de Moscú, la Sinfónica de Londres, la Orquesta República Checa, y muchas otras.
Mientras tanto, Philipp Kopachevsky es solista de la Filarmónica Estatal Académica de Moscú y es ganador de varios premios en concursos internacionales. Se presenta regularmente en conciertos en Gran Bretaña, Alemania, EE.UU., Holanda, Francia, Italia, Grecia, Polonia y España, así como en toda Rusia.
Yo no había tenido la oportunidad de ver ni escuchar a ninguno de los dos anteriormente, así que fue para mi una enorme y bienvenida sorpresa cuando fui transportado emocionalmente por estos dos jóvenes y brillantes músicos.
La experiencia me involucró emocionalmente aún más cuando descubrí que al día siguiente (sábado 30 de abril) estarían ambos realizando un concierto en la galería Watson, y utilizando como marco mis propias pinturas, en una tarde dedicada a una selección de obras de Prokofiev y Beethoven.
Ver estos dos virtuosos en acción delante de mis obras fue una experiencia muy personal para mí. Mi arte es de naturaleza y espíritu musical por lo que la presunción era positiva. Pero ver mis trabajos acompañados de un entorno melódico tan diferente, y sin embargo sentir que escoltaban a la melodía de una manera tan natural, fue como sentirme en una verdadera y poderosa montaña rusa de sentimientos y emociones.
También estoy muy agradecido al Director Musical del Festival, el Maestro William Noll, por su amable reconocimiento público durante la presentación y por sus valiosas palabras sobre mi obra, así como las generosas observaciones formuladas por Philipp después del concierto. A ellos, como a todos los que me ha realizado comentarios tan amables durante el cóctel posterior al concierto, quiero darles las gracias desde lo más profundo de mi corazón.
Logre grabar algunos fragmentos de este emocionante concierto con el fin de poder así, al menos, compartir con ustedes algunos momentos de este maravilloso día.
These are the paintings that make up the complete exhibition.
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And here are some photos from the grand opening of the exhibition at the Watson Gallery, Naples on Thursday, April 28, where we had close to 300 guests in attendance.
After landing in Naples Monday morning, Tuesday April 26th has been a busy day. With NAA Curator Jack O¨Brien at the helm of a talented team, the preparations for the exhibiton “IGNACIO ALPERIN: A VISUAL JAZZ AFFAIR”, which is sponsored by the Naples Art Association and Art Naples World Festival 2016 (Stay in May) are at full swing. Grand opening nextThursday April 28th and general opening April 29th.
Later on the same day I had the opportunity to visit Ave Maria University and enjoyed immensely the opportunity to share a creativity lecture with a group of smart and receptive students (Thank you Jennifer Nodes and everyone at AMU).
Luego del desembarco en Naples el lunes, primer día de trabajo y preparativos para la apertura de la muestra “Ignacio Alperin: A visual Jazz Affair” en la Watson Gallery de Naples, auspiciado por la Naples Art Association y Art Naples Wold Festival 2016. El próximo jueves 28 de abril.
Fue en un momento difícil sin vueltas ni contratiempos que no fueran los contratiempos que nos llevaron a donde estábamos. Ese lugar desde donde era muy difícil salir más allá de nuestras buenas intenciones y de nuestra sensación constante de tener algo más para hacer con nuestras vidas que no fuese esto. -“Esto”- repetía la negra, – “Esto”- repetíamos los demás.
No había energía ni para buscar sinónimos ni para sonar más creativos o intelectuales de lo que éramos y lo que éramos era muy pobre comparado a lo que queríamos ser. -“Y si vamos a ver al topo que siempre tiene algo interesante para contar y entre tanto cuento que es en parte mentira en parte exageración y en parte verdades a medias tal vez se nos ocurra algo nuevo para hacer”- dije yo sin mucha convicción.
La verdad es que cualquier cosa era mejor que “esto” y con tal de irnos de acá y terminar en otro lado todo parecía ser mejor. Las vueltas de la vida nos había juntado como las migas de un mantel cuando viene el mozo con la palita y junta la miga de pan con el pedazo de milanesa con el papelito del edulcorante con una uña mordida y un par de pelos largos que pueden ser nuestros o de lo que estuvieron antes o del mismo mozo. Lo que nos unía no era amor, ni compasión, ni amistad ni nada que se le pareciera sino que lo que nos unía era el empujón que nos habían dado a todos para sacarnos de ahí y ponernos a todos juntos acá. Como las migas del mantel.
Finding my way back to you (detail) by IAB
No me pregunten por qué pero todos dijeron vamos a lo del topo y la negra arrancó primero conmigo atrás y claro atrás mío el vivo de Juancho que decía en voz baja -“vos siempre por atrás de la negra”-.
Confieso que me importaba todo poco. La negra era la negra pero no tenía nada de negra. Era peliroja cortita segura de sí misma e insegura de todos nosotros y por eso siempre tenía una copa de algo cerca ya que como no podía borronearnos a nosotros de su realidad se borroneaba ella. Y ahí estábamos, todos en camino a lo del topo.
Jack era el último de la fila india que formábamos indivisibles bajo el sol tajante y sonante de las 3 de la tarde en pleno verano de 35 grados y 80 de humedad y baldosas flojas y asfalto humeante y poca gente en la calle o mejor dicho nadie en la calle solo nosotros que con tal de salir de “esto” íbamos camino a lo del topo, aunque yo que era el que lo había propuesto ya me estaba arrepintiendo.
Jack tenía esas cosas tan típicas de los yanquis que los hacen simpáticos e incomprensibles a la vez como cuando están muertos por una minita como la negra y solo se atreven a traerles una cerveza y mirarlas fijo sin pestañear y escucharla con cara de tarado y una timidez espantosa y al mismo tiempo era el primero en falopearse como un cerdo dormir hasta cualquier hora sin bañarse por días y cantar a viva voz con un micrófono en mano en uno de esos barsuchos llenos de viejas que bailan y se quieren voltear pendejos que cantan con un micrófono en mano, eso sí después de estudiarlos a media luz en compañía de una ginebra como si eso fuese estudiar.
Dimos vuelta a la esquina y ya estábamos tocándole el timbre al topo que seguramente estaba durmiendo desde anoche y soñando con alguna de sus fabulaciones persecutorias que por lo general involucran canas, políticos, marcianitos verdes y algún animal que al final de la historia le habla y le dice algo profundo como… -”lo importante es crecer y no durar”-. –“Bajá!”- le gritaba la negra en el portero y solo se escuchaban la tos con algún insulto al aire y preguntas como quienes son ustedes para venir a joderme en el medio de un día así cuando nadie los llamo y quién dijo que yo los quiero ver ni escuchar por acá.
Todo seguido del -“Bueno suban pero no jodan demasiado”- y entonces ya sin ganas pero lejos de “eso” subimos….
“Reminiscencias de Kerouak” es un humilde homenaje al novelista. Escrito por mi como lo hacía él. Al vuelo, sin parar y en poco tiempo, respetando los sentidos y las cadencias, pero muy poco la puntuación formal. Pretende simplemente expresar mi admiración y ejemplificar un estilo único.
Espero que les haya gustado.
Jack Kerouak
Para los que no lo conocen, Kerouak es considerado el escritor más importante de la Generación Beat con varios de sus libros convertidos en lectura obligatoria para quienes desean comprender más esa época del siglo XX. Tanto “En el camino”, como “Los Vagabundos del Dharma” o “Los Subterráneos” se han convertido en novelas de culto para muchas generaciones.
El estilo de Kerouac se puede comparar con una improvisación del Jazz y particularmente del Bop, estilo que korouak amaba. En sus escritos hay repentización, creatividad y una aparente anarquía que está siempre a punto de perder al lector y que, sin embargo, termina atrapándolo como una compleja red.
El estilo de Kerouak no sigue reglas estables ni definidas, y se asemeja tal vez más a la conversación entre dos amigos algo pasados de alcohol, muy entrada la noche. Son siempre historias de “caminos”, de gente algo nómade, avanzando siempre hacia algún lado, complejas y absurdas a veces, pero festejando sin respiro todo lo grandioso de lo simplemente cotidiano.
Ganador de 9 Grammy Awards y considerado una de los músicos más influyentes del Siglo XX, Miles Dewey Davis III (más conocido como Miles Davis, o simplemente “Miles”) continúa aún hoy, décadas después de su muerte, ejerciendo su influencia en ámbitos propios y ajenos.
Desde médicos investigadores de la Universidad John Hopkins, a diseñadores de la D-School de la Universidad de Stanford, la música de Davis, y su trabajo en cuartetos y quintetos basados en una alta dosis de brillante inspiración y, por sobre todas las cosas, de perfecta improvisación, genera estudios y teorías sobre las neurociencias y su aplicación en áreas creativas.
Como artista plástico, la música de Miles me ha acompañado desde los 12 años, edad en que descubrí sus dotes casi “mágicos”. Durante muchos años ignoraba que una parte de mis dones creativos se debían a una sinestesia aplicada a mi obra. Mi ignorancia temporal, igualmente marcada por una certeza creativa, le dieron entonces al Jazz, y particularmente a Davis y sus contemporáneos como Evans, Coltrane, Monk, Hawkins, Jamal, Brubeck, Basie, Roach, y Clark (solo por nombrar a algunos) una faceta inspiradora y un poder milagroso sobre mi arte.
Sobre los hombros de estos genios musicales yo sentía que mis propias creaciones se alzaban hacia alturas insospechadas. Con el tiempo supe que mi interpretación sinestésica le daba una explicación más “terrenal” a mi característico uso pictórico de movimientos, ritmos, cadencias, y explosiones tonales. Pero el tiempo también me dio la razón sobre el aspecto inspirador de la música de Davis y su influencia sobre quienes la escuchamos con amor y admiración.
Hoy en día el ojo de las ciencias está puesto sobre las creaciones de estos genios de la música que lograron utilizar sus poderes y procesos creativos de una manera poco vista hasta entonces. Su obra nos enseña, tal vez particularmente hoy en día que estamos finalmente comprendiendo el funcionamiento de nuestros cerebros de manera más concreta, que nuestras capacidades pueden ser entrenadas para improvisar grupalmente, para trabajar en equipo de manera ordenada, fluida, y natural. Y esos procesos pueden tener, a la vez, la intimidad sensorial así como la explosión grupal de un tema de Davis.
Mi obra hoy sigue volando sobre las alas de estos genios creativos. Mi “Visual Jazz”, como lo bautizara una periodista norteamericana, sigue plasmando sobre lienzos, maderas, objetos y estructuras las cadencias y los ritmos de un estilo de Jazz que me continúa guiando y exigiendo, y por ello agradezco cada día. Un Jazz que, a la vez, ha pasado a convertirse en uno de los legados culturales más importantes que nos ha dejado el Siglo XX.
Y sobre todo, sigo agradeciendo al único y genial Miles, por haberse atrevido a mostrarnos el camino desde siempre.